Navegando en tierra no solo están los carros a vela, también los buggies traccionados por comentas. Y como nó, entre ellos existe al igual que en los carros a vela, la posibilidad de AUTOCONSTRUIR.
Construir, bien por el gustazo de hacerlo, o en algún caso, por no disponer económicamente de lo necesario para comprar uno de marca. Lo cual creo no aleja a su constructor y normalmente piloto, de la idea de aprovechar el viento, el entorno y disfrutar con ello.
Nadie puede negar la satisfacción que da pilotar el carro que has realizado. Por un lado el propio de navegar, por otro el ser “padre de la criatura”, en algunos casos incluido su diseño.